Los semáforos, también conocidos técnicamente como señales de control de tráfico,1 son dispositivos de señales que se sitúan en intersecciones viales y otros lugares para regular el tráfico, y por ende, el tránsito peatonal. Se instaló el primer semáforo, diseñado por John Peake Knight, en Londres en 1868.
El auge de las señales de tráfico está ligado al rápido aumento del tráfico automovilístico, sobre todo en Estados Unidos después de que Henry Ford introdujo el modelo T en 1908 y lo comenzó a producir en masa a partir de 1913. Por primera vez, los coches eran baratos y lo suficientemente confiables para los desplazamientos en masa.